#LosRostrosDeLaPaz
Andrea Anacona
María Eugenia

María Eugenia
Mujer Sigue Mis Pasos
María Eugenia tiene un alma revolucionaria aunque creció en una familia conservadora y de derecha. Su espíritu rebelde lo enfocó en la lucha por los derechos de las mujeres y las víctimas del conflicto armado.
Creció en un contexto de opresión a la mujer que, combinado con su alma revolucionaria, la llevaron a intentar escaparse con la guerrilla. Nunca lo logró entonces decidió irse de su casa a buscar suerte en Cartagena. Sin embargo, ahí nada mejoró, fue víctima de esclavitud, vivió en condiciones de pobreza extrema, la secuestraron y abusaron sexualmente de ella en más de una ocasión. Estuvo secuestrada durante un año y tuvo que soportar muchas golpizas como consecuencia de sus intentos de escape; un año que se sintió como una eternidad y que la llevó, incluso, a pensar en suicidarse. Finalmente logró huir y llegó a la casa de una cuñada en Cartagena, donde comenzó una nueva vida atendiendo un almacén de ropa. Ahí conoció a una mujer que venía desde Montes de María, huyendo de los paramilitares. Fue la primera mujer a la que ayudó y gracias a ella descubrió que ese sería su propósito de vida: ayudar a otras mujeres.
En Cartagena fue víctima de desplazamiento y terminó en Bogotá, una ciudad que no le gusta pero en la que ha podido trabajar por los territorios que ama, Bolívar, Huila y otros departamentos. Antes de llegar a Bogotá estuvo en una organización social que le ayudó a entender que las víctimas como ella tenían derechos, que el desplazamiento forzado también era responsabilidad del Estado y que por lo tanto tenía derecho a la reparación. Con ese conocimiento comenzó a organizarse con otras mujeres de la capital para defender sus derechos. En ese camino aprendió sobre el Auto 092 de 2008, por medio del cual se establece la protección y atención a mujeres en situación de desplazamiento forzado. Ese Auto le ayudó a reconocer su potencial como lideresa y la impulsó a tomar acción, comenzó a denunciar y a exigir participación en los espacios de defensa de los derechos humanos, especialmente los de las mujeres, y lo logró.
Diferentes organizaciones de mujeres la capacitaron como formadora y promovieron su liderazgo, lo cual le permitió formar mujeres en construcción de metodologías para lograr incluir el enfoque de género en el Acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC-EP. También hizo parte de la mesa de víctimas en La Habana durante el proceso de paz, contribuyendo con una perspectiva de enfoque de género. Después de firmado el Acuerdo, ha dirigido informes presentados a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Tiene un diplomado de Reservas Campesinas en la Universidad Javeriana y ha realizado diferentes cursos y diplomados sobre derechos humanos, derechos de mujeres víctimas, movimientos sociales y atención psicosocial. Además hizo parte de la academia de liderazgo para la paz #Alapaz, que desarrollamos junto a la Universidad de los Andes.
Actualmente, es directora nacional de la corporación Mujer Sigue Mis Pasos, que tiene incidencia en Bolívar, Cartagena, Montes de María, Cali, Palmira, Tolima, Huila, Antioquia, Tumaco y Bogotá. Ahí ha logrado desarrollar, junto a otras mujeres, metodologías psicosociales para atender a mujeres víctimas, talleres de prevención de violencias basadas en género y un curso de derechos humanos para formar jóvenes, entre otras herramientas que benefician, sobre todo, a mujeres y jóvenes. También hace parte de un grupo de defensoras de derechos humanos que nació a raíz de las protestas sociales del 2019 y que fue vital para acompañar la defensa de los derechos humanos en el estallido social del 2021, y después ha servido para mediar en otros escenarios, como los desalojos. Además, hace parte de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos donde se ha enfocado en hacerle seguimiento a la implementación de programas de garantías para la seguridad y reparación integral de mujeres víctimas de conflicto armado. Su sueño es lograr despertar la consciencia social de la mayor cantidad de mujeres y jóvenes de manera que se empoderen y conozcan sus derechos y así mismo los defiendan.
Para ella el liderazgo tiene mucha relación con la construcción de paz, el poder transmitir el conocimiento a otras mujeres y jóvenes, tener capacidad de escucha y habilidades psicosociales. María Eugenia hace parte de #JuntasLideramos, el programa que creamos con el propósito de reconocer y promover el papel que tienen las mujeres en la transformación de los territorios y en la construcción de paz

Andrea Anacona
Avanza